Valle del Paraíso

Vallée du Paradis empezó a hacerse un nombre en los años sesenta. Por aquel entonces, una pareja alemana había descubierto sus virtudes terapéuticas. La mujer, aquejada de una enfermedad cutánea, se curó milagrosamente tras bañarse en las aguas naturales. La zona es ahora famosa por sus propiedades curativas. Hoy en día, tanto los habitantes como los turistas acuden a estos manantiales excepcionales por sus efectos y su belleza.

Situado a unos 20 km al norte de Agadir, el Valle del Paraíso es uno de los destinos favoritos de lugareños y turistas. Su abundancia de piscinas de roca y pequeñas cascadas nos transporta a un mundo idílico. La carretera para llegar está bordeada de palmerales y paisajes salvajes que le dejarán sin aliento. Es un lugar estupendo para pasar un rato, disfrutando de las pozas y de las magníficas vistas.

Este oasis, con sus piscinas naturales y rodeado de palmeras, argán, adelfas y suntuosas montañas, es el lugar ideal para pasar un momento de relax, ¡y para divertirse saltando desde acantilados para los más aventureros! En épocas muy secas, el agua es muy poco profunda, por lo que resulta difícil nadar o saltar.

Por el camino, descubrirá multitud de restaurantes que sirven comida tradicional marroquí, y disfrutará de una vista panorámica de los paisajes más bellos. Algunos han instalado mesas en los ríos, para que pueda disfrutar de su comida mientras saborea la frescura de las aguas espumosas, sin olvidar un balneario natural de pescado.

Un poco más arriba se llega al pueblo de Imouzzer (que significa cascada en bereber). Conocido por su miel de sabor único, está situado a más de 1.250 metros de altitud. Tendrá la oportunidad de admirar las cascadas de Imouzzer Ida Outanane, hogar de la confederación bereber Ida Ouatane. El pueblo alberga también las cuevas de Win-Timdouine, una de las tribus más numerosas de África. Su nombre significa "cueva de los lagos", y la abundancia de agua procede de lagos subterráneos.