El Bósforo une el Mar Negro y el Mar de Mármara, separando la Turquía asiática de la europea. Bordeado a ambos lados por la inmensa ciudad de Estambul, el estrecho es una de las vías fluviales más estratégicas del mundo.
El Bósforo es la pepita de Estambul. Cada día, los habitantes lo cruzan camino de su trabajo en otro continente. Transbordadores, pequeñas barcas de pesca, autobuses lanzadera... invaden el mar, sobre todo en verano. Las orillas del Bósforo están bordeadas de hermosos barrios, palacios otomanos, fortalezas, antiguas villas de madera, hoteles, parques y jardines, restaurantes, cafeterías y mucho más. En una sola travesía, los viajeros tienen la oportunidad de admirar una muestra de la vida en Estambul.