Con su arena de color rojo intenso y sus impresionantes formaciones rocosas que emergen del suelo, el desierto de Wadi Rum es un tesoro natural que no hay que perderse. Las cuevas, cañones y arcos naturales forman un paisaje único, casi irreal, que merece la pena descubrir.
Numerosas agencias locales organizan excursiones en 4x4 o camello por la resplandeciente inmensidad de Wadi Rum, que incluyen una o varias noches en un campamento beduino. A medida que avanza el día, el guía, que ha vivido en el desierto toda su vida, nos presenta los distintos puntos de interés, añadiendo siempre alguna anécdota o chiste.