El encuentro entre el océano Atlántico y la selva tropical confiere a Tortuguero un ambiente muy especial. El pequeño Amazonas se puede explorar a pie por uno de los senderos que atraviesan el parque nacional. El sendero Sendero Cerro, de fácil acceso y poco transitado, serpentea entre la vegetación hasta el punto más alto del parque nacional: la cima del volcán inactivo. El panorama del río que desemboca en el océano es sensacional.
Los cantos de aves exóticas -tucanes, guacamayos, anhingas y muchas otras- acompañan a los caminantes, haciendo las delicias de ornitólogos en ciernes y experimentados. El observador atento podrá incluso avistar monos que se lanzan de rama en rama entre las hojas de los árboles o reconocer a un perezoso, bien camuflado pero fácil de observar por su famosa lentitud. Por último, los visitantes más pacientes y afortunados podrán avistar un jaguar moviéndose entre las ramas. Una excursión rica en encuentros y emociones.