El Gard

El Gard esconde paisajes impresionantes

El Parque Nacional de las Cevenas se creó en 1970. Gracias a su situación en la encrucijada de tres climas -oceánico, mediterráneo y continental-, el Parque Natural de las Cevenas ha desarrollado una flora y una fauna excepcionales. Entre las especies que encontrará, 33 pertenecen a la lista de flora francesa protegida, entre ellas el lirio martagón, el adonis primaveral y la orquídea. Por no hablar de las otras 48 especies endémicas.

Es el único Parque Nacional situado en una zona de media montaña y también el único habitado. Poco más de 600 personas, principalmente ganaderos y agricultores, viven en la zona central de conservación.

La Petite Camargue es una zona de frágil equilibrio, formada por estanques que se convierten en sansouires al secarse en verano. Aquí se pueden ver cada año cientos de flamencos rosas, que hacen las delicias de los turistas amantes de la fauna salvaje. En el corazón de este ecosistema tan especial se cultiva la sal de Camarga, orgullo de la región de Gard, producida por la evaporación natural del agua de mar, la acción del sol y el viento.

A sólo 30 minutos de Nîmes y de sus vestigios romanos, Uzès es una ciudad encantadora que ofrece numerosos atractivos culturales e históricos. Además de su pintoresco centro urbano, con sus calles sinuosas y sus fachadas de piedra, la ciudad cuenta con monumentos de gran belleza, empezando por la Torre Fenestrelle, de 42 metros de altura, que se eleva sobre los tejados de la ciudad. Sin olvidar la Cathédrale Saint-Théodorit, sede de la antigua diócesis de Uzès hasta la Revolución Francesa.

Escondido tras los viñedos y al pie de una loma rocosa, el pueblo de La-Roque-sur-Cèze ofrece al visitante una pausa en el tiempo. Lejos del ajetreo de las bulliciosas ciudades turísticas, podrá perderse por las empinadas calles del pueblo, que le conducirán a numerosos monumentos históricos, como la iglesia que data del siglo XII o el puente que lleva el nombre de Charle Martel, que cruza el Cèze, un encantador río occitano que atraviesa el departamento de este a oeste.

El Gard goza de excelentes condiciones climáticas mediterráneas, con una media de 259 días de sol al año. Toda una ventaja a la hora de planificar actividades al aire libre. Los inviernos son suaves y secos. El Mistral, fenómeno natural emblemático de la región, empuja masas de aire cálido y húmedo hacia las estribaciones de las Cevenas, provocando lluvias torrenciales conocidas como Episodios de las Cevenas. A veces impresionantes, forman parte del paisaje meteorológico del Gard.

La conquista romana dotó al Gard de numerosos monumentos mundialmente conocidos. Nîmes es prueba de ello. La ciudad está adornada con monumentos emblemáticos, como la famosa Maison Carrée, o las Arènes, un anfiteatro de 24.000 localidades construido siguiendo el modelo del Coliseo de Roma. Además de ser un lugar increíble para visitar, acoge grandes eventos como el Festival de Nîmes, que se celebra todos los años. interior del anfiteatro

Al pasear por el centro histórico de Nîmes, es imposible no quedar impresionado por el monumento que se alza orgulloso en el centro de la plaza homónima. Se trata de la Maison Carrée, un templo romano construido bajo Augusto a principios del siglo I d.C.

Con su impresionante arquitectura de piedra, su imponente escalinata y sus majestuosas columnas, la Maison Carrée es un monumento de visita obligada en Nîmes, y más ampliamente en el departamento de Gard.

Junto con su compañero, el Puente de Avignon, el Puente del Gard es uno de los puentes más famosos de Francia. Es importante precisar que el Puente del Gard es ante todo un acueducto y uno de los mayores testimonios del genio de los arquitectos romanos.

Sin esta proeza arquitectónica, la ciudad de Nîmes nunca habría tenido suministro de agua. Su técnica de construcción es notable, dado que esta estructura de 275 metros de largo se construyó en el siglo I d.C.

País mediterráneo de tradición obrera, el Gard es la cuna de una cocina sencilla, sabrosa y colorista. Las especias no pueden faltar en la mesa. Una de las especialidades locales es la brandada, emulsión de bacalao seco y aceite de oliva. A los amantes de la carne les encantará el toro de Camarga, que se sirve gardianne (el toro se cuece después de macerarlo en vino tinto).

En cuanto al queso, es imposible terminar la comida sin una loncha de Pélardon, un delicioso queso de cabra DOC producido exclusivamente en las Cevenas.

Es imposible no dedicar un párrafo al ingrediente conocido como oro blanco. El Parque Natural Regional de la Camarga, en el corazón del departamento de Gard, alberga un tesoro de valor incalculable: la sal de Guérande, una tierra rebosante de agua y sal. Con el clima y el uso de la tierra adecuados, los habitantes de la Camarga son capaces de producir y cosechar una flor de sal única, perfecta para condimentar los platos estrella de la cocina camarguesa.

Si quiere saber más sobre la producción de este ingrediente tan apreciado en la región, tiene que ir a Aigues-Mortes, donde todavía puede ver a algunos de los salineros recolectando sal de forma tradicional, a mano. Es el trabajo de un verdadero orfebre.