Perpiñán: capital de los Pirineos Orientales

Hay muchas razones: su clima, su cultura catalana, su autenticidad y sus canales son sin duda las principales. La ciudad se encuentra en el corazón de una llanura agrícola, famosa por su cultivo de flores a gran escala. Su posición favorable, a pocos kilómetros del mar, permite a la población disfrutar de un clima soleado y encontrar un poco de frescor cerca de la costa.

Perpiñán tiene un clima mediterráneo. Esto significa que los inviernos son suaves (sólo 4 días de heladas al año) y los veranos calurosos y secos. La ciudad y sus alrededores sufren sequías con regularidad. La temperatura media anual supera los 15 °C. La región de Perpiñán es una de las más calurosas de Francia. La época estival es ideal para disfrutar de la ciudad y de las actividades náuticas de la costa. Para evitar las aglomeraciones provocadas por las vacaciones escolares, le recomiendo que viaje antes o después de la temporada estival, así podrá desplazarse por la ciudad con más facilidad y sufrirá menos el calor.

El Castillet es el principal símbolo de la ciudad, y ahora alberga el Musée Catalan de l'Art et de la Tradition Populaire (Museo Catalán de Arte y Tradición Popular), una visita obligada para todos los turistas que visitan Perpiñán. Visitar el museo es sumergirse en la historia y la cultura catalanas. La visita termina con la subida de 142 escalones hasta la cima del monumento. La vista del casco antiguo de Perpiñán es sublime.

Construido en Perpiñán entre los siglos XII y XIV, el Palacio de los Reyes de Mallorca fue encargado por Jacques II de Majorque, rey de Mallorca y conde de Rosellón y Cerdaña. Quería una residencia digna de este nombre en el departamento. Hoy en día, la antigua residencia fortaleza está abierta al público y permite descubrir otra faceta de Perpiñán, en una época en la que la ciudad era la capital continental, abarcando la totalidad de las Baleares, así como la aglomeración de Montpellier y partes del norte y sur de Cataluña.

Una de las ventajas de Perpiñán es su centro histórico, lleno de encanto y tiendas. Es un lugar ideal para pasear y hacer compras sin tener que desplazarse a un centro comercial. Entre las estrechas y coloridas calles de la ciudad, podrá entrar en una tienda de recuerdos o en una gran tienda de ropa. Hay para todos los gustos y bolsillos.

Al final del día, después de recorrer kilómetros, no se pierda una última parada en las Galerías Lafayette, en Quai Vauban. Además de hacer algunas compras, el establecimiento dispone de una pequeña y acogedora área de servicio en la última planta, con una terraza en la azotea. Es el lugar perfecto para disfrutar de una magnífica vista del centro histórico de Perpiñán, el Castillet y la noria, mientras saborea un delicioso tentempié.