El auténtico pueblo de Matemwe

Largas caminatas por el paseo marítimo, paseos en bicicleta o en scooter, tumbarse en la playa, practicar snorkel o submarinismo... Matemwe ofrece un sinfín de posibilidades para descubrir la belleza de Zanzíbar. La playa es larga y ancha. Con marea baja, se puede caminar un buen trecho para descubrir cangrejos, pulpos, estrellas de mar y otras curiosidades que se esconden en las rocas al comienzo del arrecife de coral.

Lo que los turistas suelen llamar Matemwe es en realidad un conglomerado de 4 pueblos: Kijambani, Kigomani, Matemwe y Kilimajuu. Si le apetece, puede llegar a estos 4 pueblos a pie, recorriendo la playa en un hermoso paseo de unas 3 horas. Matemwe tiene la playa más larga de Zanzíbar, con más de 10 kilómetros. También se rumorea que es la más bella de la isla. Pero no hay que olvidar que las playas del noreste de la isla están sujetas a mareas muy altas. Así que sólo es posible bañarse con marea alta. La marea baja da paso a una vasta extensión de arena blanca, patio de recreo favorito de los niños que cazan cangrejos.

A lo largo de esta hermosa extensión blanca, no es raro cruzarse con "beach boys" que navegan por la playa en busca de turistas que quieran comprar algunas piezas de artesanía masai. No dude en recurrir a ellos si busca una buena idea para sus excursiones, como un viaje de un día al atolón de Mnemba.

Matemwe solía ser un desierto. Hoy, sin embargo, el pueblo está salpicado de cada vez más hoteles de lujo y clubes de vacaciones. Aquí no se ven muchos lugareños en la playa. De hecho, los pueblos están alejados de las playas por grandes muros de hormigón construidos alrededor de los hoteles. Así que, ¿no sería una buena idea sumergirse en la cultura local? ¿Por qué no explorar el pueblo de Matemwe? Sin duda le sorprenderá el contraste entre los hoteles y las humildes aldeas sin agua corriente. Pero no dude en intentar entrar en contacto con la población local aprendiendo algunas palabras de kiswahili, por ejemplo. Y si no sabe hablar, recuerde que una sonrisa vale más que mil palabras. Además, los habitantes de Zanzíbar son extremadamente cálidos y acogedores. Aproveche la oportunidad para encontrar un lugar agradable donde almorzar. Le garantizamos que probará la cocina local. Pasear entre las chozas banco (casas tradicionales de tierra y paja) es una excelente manera de hacerse una idea real de la vida en el pueblo. Y no olvide que la población es mayoritariamente musulmana, así que tenga cuidado con la ropa que lleva. No explore la zona en pantalones cortos y sin camiseta.

Por último, visite el mercado diario de pescado de Kigomani, al norte de Matemwe. Aquí podrá asistir a la subasta de las capturas del día, en la que el mejor postor se lleva el premio. A veces se encuentran peces muy grandes, ¡como mantarrayas! Aquí y allá, verás a niños golpeando pulpos con palos para ablandarlos, y a mamás vendiendo comida.

Así pues, aunque los hoteles han cambiado los alrededores, no han alterado totalmente el paisaje ni la vida del pueblo. Matemwe sigue disfrutando de un ambiente sereno y tranquilo. Paseando por la playa, aún se oye crujir la arena bajo los pies. El sonido de la naturaleza, no ahogado por las ruidosas fiestas que se pueden encontrar en el oeste de la isla. También puede aprovechar para dar largos paseos en bicicleta, que a menudo prestan los hoteles.