Las rutas del Verdon: miradores sobre el Gran Cañón

La Route des Crêtes es el apodo que recibe la D23, que forma un bucle alrededor de La Palud-sur-Verdon. Espectacular sigue siendo un adjetivo débil para describirla: ¡pocas carreteras en Francia son tan impresionantes!

Hay un total de 14 miradores a lo largo de esta ruta de 24 km, ¡así que asegúrate de parar a menudo! Desde el principio, el impresionante mirador de Trescaïre ofrece una vista sobrecogedora de las majestuosas gargantas del Verdon. El espectáculo continúa un poco más allá, en el mirador de Carelle, para disfrutar de un panorama más amplio, y después en el mirador de Escalès, desde donde se divisa el curso del Verdon, así como el interior del Var. Y sólo estamos en el mirador 3.

También está el mirador del Pas de la Baou, que se eleva a 1.285 m de altitud sobre acantilados de más de 700 m, y el mirador de Imbut, donde las gargantas son especialmente estrechas, antes de subir por la carretera que domina el barranco de Mainmorte para regresar a La Palud.

En coche, es aconsejable prolongar el recorrido por la Route des Crêtes, para crear una auténtica excursión de media jornada, o incluso más si se detiene en cada etapa. Desde Castellane, tome la D952 río abajo del gran cañón hasta el encantador pueblo de Rougon y su Point Sublime.

Después de la Route des Crêtes, se vuelve a la misma D952 en La Palud, antes de descender hasta el Col de l'Olivier y el mirador de Galetas, una magnífica atalaya que domina la salida de las gargantas y el Lac de Sainte-Croix.

Con el mismo espíritu que la Route des Crêtes, la Corniche Sublime no es en realidad más que una parte de este itinerario, pero resulta más interesante prolongarla para realizar un magnífico paseo de media jornada. Y esto es sólo una estimación: en función del número de paradas y del tiempo que dedique a admirar las Gargantas del Verdon, ¡podrá prolongar esta excursión tanto como desee!

Saliendo de Castellane por la D952, esta vez hay que desviarse a la izquierda en Pont-de-Soleils: estamos a nivel del río, ¡y nos espera un breve baño! A continuación, el paisaje del Verdon adquiere una nueva dimensión: primero hay que cruzar la frontera con el Var para llegar a Trigance, bonito pueblo provenzal dominado por su castillo medieval, donde se impone otra parada.

Una vez fuera del pueblo, siga la D71 para llegar al meollo de la cuestión, uniéndose a la Corniche Sublime. Los Balcons de la Mescla, vertiginosos miradores que dominan la orilla izquierda del cañón del Verdon, son la perfecta ilustración de ello: ¡otro panorama impresionante!

Siguiente etapa, otro lugar emblemático de las Gargantas del Verdon: el puente de Artuby, un solo arco que atraviesa el río del mismo nombre. Es como estar suspendido a 182 m sobre el vacío. Algunos aprovechan para hacer puenting... emoción asegurada.

A continuación, la D71 serpentea por encima del cañón, con más vistas magníficas durante unos diez kilómetros... La ruta termina (o empieza, según el caso) en Aiguines, un pequeño pueblo situado en lo alto de una colina que domina todo el Lac de Sainte-Croix y sus alrededores.

La Route des Crêtes, un bucle que parte de La Palud-en-Verdon, es una de las rutas ciclistas más famosas de la región, por su espectacularidad. Además, la ruta, que no es ni demasiado larga ni demasiado difícil, está al alcance de muchos, ¡sobre todo si se opta por una bicicleta eléctrica! También se pueden encontrar ciclistas a lo largo de la Corniche Sublime, pero atención: tanto en número de kilómetros como en desnivel acumulado, esta ruta es mucho más difícil.