Gréoux-les-Bains, tratamiento termal a orillas del Verdon

Como parte integrante del Parque Natural Regional del Verdon, el entorno geológico de Gréoux-les-Bains ya no tiene mucho en común con las escarpadas paredes del Gran Cañón, ni siquiera con el estrecho curso de las Basses Gorges du Verdon aguas abajo de la pequeña ciudad: menos espectacular, sin duda, pero también más tranquilo, el río sigue su curso a través de los campos para unirse al Durance, del que es afluente.

La arquitectura de la parte alta de Gréoux recuerda sus antiguos orígenes a orillas del Verdon. El Château des Templiers, entronizado sobre el antiguo pueblo, llama inmediatamente la atención: este edificio fue construido en el siglo XII bajo la dirección de la Orden de los Templarios, de ahí su nombre, ¡pero ninguno de estos monjes-caballeros vivió nunca allí!

Alrededor del castillo, Gréoux posee todo el encanto típico de un pueblo de Alta Provenza: sus colores, sus acentos cadenciosos, su mercado tradicional, sus callejuelas y sus viejas escaleras, ¡el centro histórico de la ciudad no carece de encanto! Un entorno que contrasta con la parte baja de la ciudad, más moderna y desarrollada según los preceptos del balneario.

Las cualidades curativas de las aguas de Gréoux-les-Bains son conocidas desde la antigüedad: ¡ya existían aquí termas bajo los romanos! La tradición se ha perpetuado y el municipio se ha convertido en la tercera estación termal de Francia. Las aguas se extraen de una profundidad de 1.200 m, donde su temperatura alcanza los 42 °C: ricas en azufre, calcio, magnesio y otros oligoelementos, sus cualidades terapéuticas ayudan a tratar problemas de reumatología, traumatología y neumología.

No hace falta que se regale un tratamiento termal para alojarse en Gréoux-les-Bains. El pueblo merece una visita por su patrimonio, sus numerosos monumentos y su ambiente animado: el castillo templario, por supuesto, pero también la iglesia Notre-Dame-des-Ormeaux en el centro histórico, las termas con el sello " Thermes Troglodytes Celtes Gallo Romains" y el ineludible casino, ¡imprescindible en cualquier estación termal!

Pero son los alrededores de Gréoux, que se abren a la región del Verdon, los que atraen a los amantes de los paseos y las actividades al aire libre. En medio de las garrigas que dominan el Verdon, la capilla de Notre-Dame-des-Oeufs merece una visita por su mirador y su leyenda: las mujeres que deseaban dar a luz acudían allí en peregrinación el lunes de Pascua, con un huevo en cada mano. Uno se tragaba, el otro se enterraba: el deseo se cumplía si el huevo se encontraba intacto el día de la natividad de la Virgen, el 8 de septiembre.

Siga la encantadora Route du Lac hasta Plage Saint-Étienne y las tranquilas aguas del Lac d'Esparron. El lugar perfecto para iniciar una excursión por el lago, alquilar un kayak o subir a bordo de una pequeña embarcación eléctrica.

Gréoux-les-Bains también se encuentra a la vanguardia de la magnífica meseta de Valensole, famosa por sus vastas extensiones de lavanda en flor: desde finales de junio hasta principios de julio, el paisaje de campos de lavandín de color púrpura brillante y delicados aromas es realmente encantador.