Télouet, pintoresco pueblo del Alto Atlas

La carretera de Télouet es una aventura en sí misma. Si viene de Marrakech, prevea unas 2h30 de trayecto. Tome la N9, y una vez pasado el puerto de Tizi N'Tichka, abandonará la carretera principal para tomar una pequeña y pintoresca carretera a la izquierda. La N9 es una magnífica carretera de montaña, con una sucesión de curvas que culminan en el puerto de Tizi N'Tichka y una espléndida vista del Alto Atlas. La pequeña carretera de Télouet es aún más pintoresca.

Si viene de Aït Ben Haddou, agárrese fuerte y prepárese para asombrarse. Durante aproximadamente una hora, atravesará el valle de Ounila y será testigo de un desfile de paisajes de color ocre, pequeñas aldeas en lo alto de las colinas y exuberantes jardines verdes a lo largo del uadi. El contraste entre estos oasis verdes y las extensiones de un rojo ardiente es impresionante. Este tramo de carretera es sin duda uno de los más bellos de la región. Sin embargo, le aconsejamos que se sienta cómodo conduciendo por las montañas, ya que la carretera es a veces muy estrecha y sinuosa, ¡pero eso es lo que la hace aún más emocionante!

Tómese su tiempo para pasear por las calles ocres de este pintoresco pueblecito, conocer a sus habitantes y descubrir la hospitalidad bereber. En Télouet, el tiempo pasa con total tranquilidad, así que aproveche para relajarse, observar la vida del pueblo y admirar el panorama.

Desde Télouet parten numerosos paseos. Pero no hace falta ir muy lejos para encontrarse con paisajes increíbles, con sus colores resplandecientes dignos del Lejano Oeste americano.

De visita obligada en Télouet, la Kasbah domina el Oued Imaren y las aldeas de los alrededores. Construida en los siglos XVIII y XIX, la kasbah de Télouet fue la residencia de Thami El Glaoui, entonces pachá de Marrakech. Y estaba a la altura del prestigio de su personaje. De hecho, la familia Glaoui prosperó en la región hasta la independencia de Marruecos.

La familia Glaoui se puso del lado de los franceses durante el protectorado. Cuando éste terminó en 1956, fueron expulsados del reino y se refugiaron en Francia. Sus propiedades fueron saqueadas o abandonadas. Existen planes para renovar la kasbah, pero es inevitable que se deteriore con el tiempo. Afortunadamente, todavía es posible visitarla y algunas de sus estancias conservan su antiguo esplendor.

La Kasbah es probablemente una de las más imponentes e impresionantes de visitar. Más allá de su interés arquitectónico, la visita es fascinante. Acompañado por un guía local, descubrirá más sobre la tumultuosa historia de Thami El Glaoui.

Kasbah Tigmi N'Oufella es un lugar encantador para alojarse, gracias no sólo a la hospitalidad sin igual de su anfitrión, sino también a su cálida y cuidada decoración tradicional. La casa de huéspedes también cuenta con una terraza en la azotea con vistas a los jardines y las montañas, así como un restaurante que sirve platos marroquíes.

Tizi Maison d'Hôtes es un bonito establecimiento de piedra decorado al estilo marroquí. También aquí, la cálida acogida del anfitrión es un homenaje a la hospitalidad bereber. Si lo desea, estará encantado de enseñarle su pueblo natal. Podrá admirar las montañas desde la terraza y disfrutar de la cocina tradicional en la cena.