Se dice que el plato más típico de Oporto, la francesinha, fue creado por Daniel David Silva, un inmigrante de origen francés que trabajaba en un restaurante llamado A Regaleira en los años sesenta. Se dice que revisitó un croque-monsieur, un bocadillo francés, con más carne, más queso y, sobre todo, una salsa de tomate y cerveza portuguesa.
La francesinha se compone de dos rebanadas de pan de molde bastante gruesas, carnes variadas (salchicha, filete de ternera, jamón o solomillo de cerdo cocido), cubiertas de queso por arriba y por los lados y una salsa a base de cerveza, coulis de tomate, vino de Oporto, maicena, leche y pimienta piri-piri para condimentar. Este bocadillo, considerado uno de los mejores del mundo, puede servirse con huevo y/o patatas fritas.