Un romántico crucero por los canales de Brujas

Situada entre Lille (Francia) y Bruselas (Bélgica), Brujas goza de una reputación intachable. Durante siglos, los canales de Brujas han formado las venas de la ciudad, exudando una atmósfera pintoresca incomparable. Un crucero en barco, que serpentea entre la espléndida arquitectura medieval, ofrece un espectáculo mágico que te sorprenderá a cada paso. Ciudad romántica por definición, descubrirás jardines secretos, puentes románticos y notables fachadas de estilo gótico reflejadas en el agua. Acompañado por majestuosos cisnes que flotan tranquilamente junto a ti, te fascinará la especial belleza de esta ciudad medieval.

Muchos turistas acuden aquí cada año para pasear por las calles empedradas de la Venecia del Norte. Orgullo de Bélgica, Brujas es una visita obligada en este pequeño país. Además, un crucero es imprescindible para conocer mejor la historia de la ciudad. Pasando por Brujas y llegando a las ciudades de Gante, Damme y Zeebrugge, los tres canales que dan servicio a la ciudad le dan la bienvenida para dar unos paseos encantadores. El Canal de Balduino, que une la ciudad portuaria de Zeebrugge, es el más ancho y se extiende a lo largo de casi 12 kilómetros. Por él transitan algunos de los mayores cargueros del mundo.

Históricamente, los barcos llegaban al centro de Brujas desde el Mar del Norte, que está a sólo15 kilómetros. por lo que los canales desempeñaron un papel importante en el comercio del país. En el siglo X, se urbanizaron para crear unos cincuenta pequeños canales adyacentes. La ciudad vio entonces surgir muelles por todas partes y, dos siglos más tarde, se construyeron las primeras murallas a lo largo de estos canales, creando el innegable encanto de la ciudad. Esta conectividad también hizo que Brujas se volviera un lugar muy próspero y por lo tanto, muy adinerado, lo cual permitió hacer construcciones especialmente bellas. Hoy en día, amantes de todo el mundo acuden aquí para admirar esta típica ciudad de Flandes.

Todo el mundo estará de acuerdo en que el atractivo de la ciudad se basa en gran medida en sus canales. Sin embargo, esta pequeña ciudad flamenca no tiene nada que envidiar a las grandes urbes como Ámsterdam o Venecia. Su patrimonio se ha conservado hasta la última piedra. Y para que los turistas puedan disfrutar al máximo de un bonito crucero en una de las lanzaderas fluviales, la ciudad ha habilitado cinco embarcaderos.

De marzo a noviembre puedes disfrutar de un bonito crucero por los canales. Fuera de temporada, y dependiendo del tiempo, algunas navieras pueden decidir abrir. Para admirar la ciudad desde el agua, encontrarsá embarcaderos repartidos por toda la ciudad. Durante los periodos de mayor afluencia, no es raro tener que esperar un rato antes de subir a un barco, ya que los visitantes se apresuran a relajar las piernas cansadas de visitar el casco antiguo. Para evitar las aglomeraciones, dirígete al embarcadero de la Rue de Dijver, probablemente el menos concurrido por estar un poco más alejado del centro. Los billetes no están a la venta por Internet, así que tendrás que armarte de paciencia si losdemás turistas se agolpan para disfrutar de un merecido descanso en el río.

En Brujas se habla neerlandés, pero no te asustes, también hay visitas guiadas en inglés y algunas veces también en español. Mientras navegas por los canales de la ciudad, el capitán te contará la historia de la ciudad. Dependiendo de las nacionalidades a bordo, predominará un idioma u otro. El recorrido dura 30 minutos y cuesta 12 euros por adulto y 7 euros por niño a bordo. A pesar de los diferentes muelles y compañías, todos los recorridos son iguales y todos los barcos siguen la misma ruta. La capacidad es de 35 a 40 personas.